Hay músicos que no imitan un estilo, lo encarnan. Mike Ross es uno de ellos. Británico de nacimiento, pero con el corazón empapado en Soul, Blues, Rock y polvo del sur de Estados Unidos. Su música no busca parecerse a nadie, pero cuando suenan los primeros compases, no puedes evitar pensar en leyendas como The Allman Brothers, Rory Gallagher o Lynyrd Skynyrd… aunque con un acento propio y contemporáneo que lo hace inconfundible.

Mike Ross no es solo un guitarrista virtuoso. Es un contador de historias con una Telecaster en las manos, alguien que suda cada nota y le arranca al slide guitar emociones que parecen venidas de otra época. Hay algo salvaje y, al mismo tiempo, muy íntimo en su forma de tocar. Un equilibrio difícil de encontrar entre el rugido del overdrive y el susurro de la madera vieja.

Su estilo viaja entre géneros con una naturalidad que desarma: un día es Blues rural, al siguiente Rock psicodélico con tintes de Soul sureño, y al otro, Country de raíces profundas pero libres. Mike no se encierra en etiquetas; las mezcla, las revuelve y crea algo nuevo, crudo y honesto.

En sus discos se nota el mimo por la producción, pero donde realmente brilla es en directo.
Verlo sobre un escenario es como ver a un artesano en plena faena: concentrado, entregado, y con la certeza de que lo que hace tiene sentido. No hay espectáculo vacío, hay música real. Canciones que hablan de vida, errores, redención, carreteras largas y amores imposibles. Y cuando una canción termina, no te queda otra que querer escuchar la siguiente.

En cada concierto, Mike Ross se deja la piel. Y eso, en los tiempos que corren, no es poca cosa.
Por eso su regreso a España en noviembre de 2025 no es solo una gira más, es una oportunidad para vivir algo distinto: un artista auténtico, con una banda sólida, que suena mejor cuanto más cerca lo tengas.

Si te gusta la música de verdad, de esa que no necesita filtros ni efectos, pon a Mike Ross en tu radar.
Y si quieres empezar por el principio, dale una escucha a sus temas en YouTube o Spotify. Pero cuidado… es probable que te enganches.

Mike Ross no está aquí para seguir modas, sino para dejar huella. Su música tiene esa cualidad atemporal que conecta con quien escucha con atención: no importa si vienes del Blues, del Rock clásico o del Soul más profundo. Hay algo en su forma de tocar y cantar que habla directo, sin adornos, sin pretensiones. Esa honestidad es precisamente lo que lo hace especial y por lo que, concierto tras concierto, sigue sumando seguidores allá donde va.